Alrededor del 18% de las familias en España vive actualmente de alquiler. Todos aquellos que quieran optar por esta opción habitacional deben pensar que, en las condiciones actuales del mercado inmobiliario, pagar el alquiler va a representar de media el 35% de los ingresos netos familiares. Así se extrae de un análisis que hemos elaborado en base a nuestros indicadores sociodemográficos y económicos Habits.

Para realizar este análisis de tasa de esfuerzo hemos considerado exclusivamente aquellas viviendas más comunes para su uso residencial, es decir aquellas de hasta 120m2 y hasta 3 dormitorios”, explica Germán Sánchez, responsable de big data y analytics de AIS. Teniendo en cuenta que los ingresos netos medios de los hogares españoles en 2024 rondan los 34.800€ anuales y que el conjunto seleccionado de inmuebles actualmente en alquiler tiene un precio medio de 1.020€ al mes, aquellos que se propongan alquilar hoy deberán destinar a este concepto algo más del 35% de su renta.

La tasa de esfuerzo en el pago del alquiler sigue una tendencia alcista en los últimos años y ya hace años que supera la recomendación de los economistas de que el gasto en vivienda debe corresponder a un tercio de los ingresos como máximo.

Esto tiene distintas consecuencias económicas y sociales, comenta Sánchez. “En primer lugar, pone mucho más difícil el acceso a la vivienda a ciertos colectivos, llegando a imposibilitar la de emancipación de muchos jóvenes, especialmente si quieren dar el paso en solitario.”

Por otro lado, tener que destinar del orden del 35% de los ingresos netos al alquiler contribuye a aumentar la necesidad de endeudamiento de la población. De hecho, cada vez se recurre más a la financiación para las compras. El crédito al consumo está en auge. Entre junio 2023 y junio 2024 el saldo de la cartera de crédito al consumo a familias creció un 5,3%, de acuerdo al Banco de España. Sin embargo, paralelamente,  las condiciones de acceso a ese crédito también están experimentando un endurecimiento en los últimos meses. “Todos estos elementos juntos arrojan un escenario que es conveniente seguir de cerca para evitar que desemboque en una situación de deterioro y crecimiento desmedido de la morosidad, con las consiguientes tensiones que esto acarrearía para familias y para el propio sistema financiero”, dice Sánchez.

Baleares, madrileños y catalanes registran la mayor tasa de esfuerzo para cumplir con el alquiler

El porcentaje sobre los ingresos netos de aquellos que han alquilado un inmueble este año difieren bastante en función del territorio. Así, mientras para los castellano manchegos la tasa de esfuerzo para el pago de su vivienda ronda de media el 19% de sus ingresos netos, en comunidades como Cataluña y Madrid supera el 40% (45% y 41%, respectivamente). El caso más dramático, no obstante, es el de Baleares. En el archipiélago, la tasa media de esfuerzo se sitúa en el 58%, pudiendo llegar a representar el 65%, si se contempla la subida de precios en los alquileres que se da en temporada alta.

También por encima de la media nacional están los hogares valencianos, canarios y cántabros, cuya tasa de esfuerzo necesaria por parte de los nuevos inquilinos supera el 38%.

Una situación bastante más cómoda experimentarán aquellos que opten por alquilar en Aragón, Extremadura y Castilla La Mancha, donde su tasa de esfuerzo queda por debajo del 25%.

A nivel provincia, de acuerdo con los indicadores Habits, aquellas donde la tasa de esfuerzo es mayor para los nuevos alquileres son Baleares (58%), Barcelona (50%), Málaga (48%), Valencia (42%), Girona (41%) y Madrid (41%).

En el lado opuesto de la lista, Ciudad Real (17%), Palencia (19%) y Zamora (20%).

Alquilar en las capitales tiene mayor impacto en los ingresos

Los datos también ponen de manifiesto la diferencia que supone alquilar en la capital de la provincia respecto a hacerlo en el resto de localidades del territorio.

En el caso de las ciudades principales, aunque los ingresos medios de las familias que residen en ellas suelen ser más elevados, también lo son los precios medios de los inmuebles en alquiler, por lo que la tasa de esfuerzo para aquellos que quieren alquilar es generalmente más alta en las capitales.

Estos saltos son especialmente visibles en territorios como Barcelona, donde lanzarse a alquilar a día de hoy puede suponer un 32% de los ingresos netos en municipios de la provincia, mientras que en la Ciudad Condal puede ascender hasta el 59%. Lo mismo ocurre en Madrid. En el caso de la capital, la tasa de esfuerzo para los nuevos inquilinos se sitúa en el 46% frente al 27% en poblaciones del resto de la Comunidad.